miércoles, 16 de septiembre de 2020

Capítulo 9



Cruz vive su noche más larga. A penas puede dormir y llega muy temprano al instituto. Es el primero. En el fondo de su corazón deseaba que Javier sintiera las mismas ganas que él de verlo y llegara antes de tiempo. La gente va llegando y Javier no aparece. Cada minuto que pasa es como una puñalada. Por un momento piensa que todo fue un sueño, que Javier no insiste, que no lo volverá a ver. De pronto todo él se estremece al reconocer la moto de Javier.
--¡¡es él¡¡ ¡¡es él¡
Corre a recibirlo, siente que el corazón se le va a escapar del pecho. Francisco lo ve de lejos y siente mucha bronca. Ajeno al rencor de Francisco, Javier se saca el casco.
--hola --dice guiñando el ojo a Cruz.
Cruz le responde hechizado. Le encanta los pantalones viejos y estrechos que lleva. Se le remarca todo y Cruz se muere por él. No puede creer que lo haya visto desnudo, que haya comido de él. Le gusta mucho verlo bajar de la moto, como se le remarcan los genitales, las arrugas de su trasero. Aunque es demasiado descarado y a Javier le asusta un poco que los vayan a descubrir le gusta demasiado lo que está sintiendo Cruz como para regañarlo. Mira el reloj:
--¿¿qué haces aquí?¡
--te estaba esperando.
--ven, vamos a llegar tarde
Javier lo abraza por los hombros y entran al clase. Pretenden ser sólo un par de amigos. No quieren, en especial Javier, que nadie sepa que gozan con sus cuerpos a solas pero igual tampoco quiere rechazar, hacer sentir mal a Cruz. A Cruz le emociona que Javier no lo rechaza, que no le importe que lo vean con él. Francisco está con sus amigos.
--¡¡tenemos maricón nuevo, este año¡ --dice uno de ellos.
Javier no hace caso. Cruz si tiene miedo cuando deben pasar por dónde están ellos. Con mucho rencor Francisco les dice en medio de las risas de sus amigos:
--chicos, se llevan muy bien ¿qué no harán a solas si así están en público?
Cruz siente mucha pena, más por Javier que por él mismo. Quisiera que la tierra los tragara. Javier nunca agacha la cabeza ante nadie y con ironía le dice a Francisco:
--pues posiblemente lo mismo que hacían ustedes a solas. Pasaron mucho rato a solas.
Los amigos de Francisco se ríen esperando una contestación pero Francisco no dice nada. Javier entra a empujones y Cruz detrás. No mira a Francisco pero siente su odio y le asusta. Tiene miedo que eso estropee su relación con Javier. Los amigos se Francisco no entienden lo que ha pasado y así se lo reclaman:
--Fran, porque no le has partido la cara con lo que ha insinuado.
--¡¡porqué no me voy a poner a su nivel¡ --dice gritando porque no sabe cómo defenderse.
Francisco está furioso y mirando como van marchando dice para sí:
--¡¡me las van a pagar¡ ¡¡juro que me las pagan¡ ¡¡haya algo o no entre ellos me las van a pagar aunque sea lo último que haga en la vida¡
su rostro está lleno de odio. Por su lado Cruz no se atreve a mirar a Javier. Como ven que aún la clase no ha empezado, Javier se para.
--espera.
Cruz se para con él aunque no lo mira porque tiene mucha vergüenza.
--¿qué te pasa? que no te ponga mal ese imbécil.
--es que lo siento por ti. Me daría miedo que...
Javier no lo deja seguir, aunque se muestra tranquilo para nada quiere que se conozca de sus preferencias sexuales.
--Ni lo digas. Todo son rumores. A mí lo único que me importa es que ni mis padres ni mi hermana sepan nada de nosotros, el resto me da igual. Sí es necesario me echo novia y punto.
Esto toma de improviso a Cruz.
--¿¿qué?
Siempre pensó que su relación con Javier aún sería más estrecha con el tiempo y la posibilidad que se les una una novia le rompe todos sus esquemas. Javier no le dice nada porque llega el profesor y van al aula. Javier se comporta como si nada. No cree haber dicho ni hecho nada malo. A Cruz le cuesta mucho estar cerca de Javier que le pregunta cosas, que lo mira, se tocan los muslos. Le cuesta estar con él y fingir que no lo ama. Fingir que no está molesto. A la hora del recreo, Cruz se le adelanta:
--ven, vamos. Quiero hablar contigo.
Van al lugar más alejado y discreto del patio. Javier ya ha olvidado el incidente que tuvieron con Francisco. A Javier le pone un poco nervioso:
--ojo con lo que haces... Nadie debe sospechar que somos algo más que amigos --le dice Javier temiendo que quiera besarlo o así.
Pero no. Cruz no piensa en besarlo. Lo que quiere es reclamarle. Muy molesto le dice:
--¿¿que eso que te vas a echar novia...??¡¡
Javier hasta se ríe. Le parece algo tan normal que no entiende el comportamiento de Cruz.
..pues todos los gays lo hacen, es la mejor manera que no hablen de uno --dice Javier tranquilamente.
--¡¡yo no quiero¡¡ ¡¡te lo prohíbo¡ --le grita Cruz.
A Javier no le gusta nada el tono de Cruz. No le gusta que lo quieran controlar. Su tono no es el suave y dulce que usa siempre sino uno brusco:
--¡¡¡no te estoy pidiendo permiso.¡
--pero es que... --dice Cruz tímidamente porque no esperaba una respuesta tan brusca.
--¡¡TE CALLAS¡
Cruz está muy triste porque Javier le está gritando. Javier le deja las cosas claras.
--¡¡no me hagas una escena que no me vuelves a ver el pelo nunca¡ ¡¡si sigues con eso pues me voy¡
Cruz se calma:
--no te vayas.
Javier se lleva las manos a la cabeza. Trata de calmarse un poco:
--vamos al bar.
Cruz se comporta como si nada pero Javier lo nota dolido y le sabe mal.
--siento lo de antes, en la tarde hablamos...
Cruz se queda algo más tranquilo aunque siente que su relación con Javier está en peligro. Lo mira de reojo con cierta tristeza.
--él es demasiado para mi, me dejará. Me dejará --dice para sí.
Lo amará toda la vida aunque no estén juntos pero le dolería mucho que se distanciaran y más cuando el sueño ha comenzado. Javier trata de comentar cosas a Cruz con naturalidad, le duele verlo tan triste. A la hora de la salida van los dos hacia la moto. Javier aprovecha que no hay gente cerca para decirle:
--¿te das cuenta que nos conocimos ayer? A mí me gusta dejarme llevar pero yo creo que tú me estás convirtiendo en una propiedad.
--Yo te siento algo tuyo. Te llevo dentro.--Cruz suspirando enamorado.
--pero no me puedes obligar a ser como tú quieras-le reclama.
--lo mejor de mi vida ha sido conocerte.
Javier se pone el casco y se sube a la moto:
--nos vemos en la tarde.
Cruz lo ve irse triste. Siente que algo ha cambiado. Piensa con tristeza en su primera vez, en las horas que pasaron juntos.
--no volverá a pasar. Fue una vez, un sueño que ya se acabó.
Trata de calmarse:
--no te precipites.
Recuerda lo que le dice siempre su amado: no pienses tanto.
--si me ha citado para la tarde por algo será...
Pero sigue dándole vuelta:
--¿¿y si es porque en clase no se atreve a decirme que se acabó?
Una lágrima desliza por sus mejillas.
--sí, seguro que es eso. Me lo dirá en su cuarto, en donde podré gritar sin que nadie de su familia se entere.
El estar convencido que todo se acabó le duele en el alma.
--lo perdí, lo perdí. Perdí a mi amor.
No puede evitar llorar. Francisco está detrás de él con sus amigos y se le ríe:
--¡¡Mirad, la señorita llora porque lo dejó el noviecito¡
Cruz lo mira lloroso. Francisco lo mira con desprecio. Le da un empujón, lo tira en el piso:
--¡¡me das asco, maricón¡
Todos los amigos de Francisco le escupen a Cruz en la cara, Francisco es el último:
--¡los tipos como tú no deberían existir¡
Alguno le da una patada a Cruz que no se mueve del piso. Se siente morir.


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