miércoles, 16 de septiembre de 2020

Capítulo 17



Javier vuelve a la clase. Muy alterado. El profesor ya ha llegado pero dice que está enfermo y se va a ir.
--señor Balaguer ¿y el señor Navarro?
con un nudo en la garganta dice:
--no sé.
Javier no escucha más y sale de la clase.
--¡¡bombón¡
Es Marisa la que aparece de pronto. A Javier le pega un susto y se le caen la cosas. Él las agacha. Pone culito en pompa y con lo que le gusta ese trasero a Marisa pues imposible contenerse. Con las dos manos le pega un buen agarrón al trasero mientras lo devora con los ojos. Babea.
--¡¡¿donde vamos esta noche?¡
Javier la mira con muy mala cara.
--¡¡no me vuelvas a tocar¡¡
Pero Marisa se le engancha de nuevo:
--no seas arrisco. Podemos hacer lo que quieras--dice pícara.
Pero Javier está muy molesto con ella. Además tiene todo demasiado revuelto por lo que ha pasado con Javier. Se suelta de la chica como si le diera asco:
--¡¡no me vuelvas a tocar¡
A Marisa le parece muy sospechoso ese rechazo. Un rechazo al que no está acostumbrada.
--¿¿qué pasa eres gay.?
Lo dice porque lo sospecha pero en realidad se niega a que sea cierto.
--¡¡qué te importa¡¡
Javier se va molesto. Marisa se ha quedado sorprendida:
--¿es eso? ¿el otro chico es tu novio?
Javier no se molesta en contestar. Muy aturdida Marisa busca a Francisco. Éste está fumando en el patio.
--¡¡tenemos que hablar¡
--ahora no.-dice él tranquilamente.
Marisa le agarra el cigarro. Lo tira y lo pisa.
--¿¿qué haces?¿estás loca?
Marisa lo agarra del brazo:
--¡¡vamos a hablar ahora.¡
Francisco mira a sus amigos con cara seductora, como si ese chica lo estuviera acosando. Cuando están a solas Francisco se enfada:
--¡¡a mí no me vuelves a tratar así¡
Pero Marisa no se deja intimidar:
--que pasa con mi chico¿¿es que son gays?¿¡te gusta?
--¡¡claro que no¡
Marisa no cree en las palabras de Francisco:
--¡Más te vale porque no quiero que te acerques a él¡
--no soy yo quien se acerca sino la otra mariquita. Esa es más marica que un boliche gay en pleno.
--¡¡pues a mí nadie me va a quitar a mi chico¡ ¡¡me gusta y será mío¡¡
Francisco sonríe maliciosamente:
--pues me alegro que te guste, tienes mi permiso para llevártelo a la cama.
--¡¡no necesito permiso de nadie para coger con un chico que me gusta¡¡ ¡¡será mío¡
--eso es cosa tuya.
Marisa se va decidida a luchar por Javier. Francisco está contento.
--¡¡no estarán juntos¡
Ríe pensando en que Cruz debe estar sufriendo. Luego piensa en lo altanero que siempre se ha mostrado Javier:
--¡¡se van a arrepentir de haberme conocido¡

Javier conduce su moto muy alterado. Sólo piensa en Cruz.
--¡¡no lo puedo perder¡
Piensa en lo que han vivido en esa su primera semana de clase. Aunque no quiere que todos lo señalen con el dedo por homosexual también tiene claro que no desea perder a Cruz. De pronto ve un puesto de flores. Sonríe.
--no se me va a resistir.
Muy emocionado compra dos ramos de claveles rojos. Luego al llegar a su casa entra en la biblioteca de sus padres. Busca entre los libros algo que lo convenza. Sonríe mientras agarra un libro de poemas de Pablo Neruda. Luego va su cuarto porque se le ha ocurrido algo...

Cruz está muy nervioso en su casa. Quiere ir a buscar a Javier pero siente que no debe. Es su madre quien le reclama:
--¿No vas con tu amigo? ¿no que en su casa estabas mejor para estudiar? ¿qué tenían que hacer un trabajo muy duro este fin de semana ?¿cuando te ibas?
Aunque Cruz trata de convencerse que lo hace por no levantar sospechas, que no lo quiere ver se está muriendo de verlo. Muy nervioso llama a la puerta. Javier ya lo esperaba ansioso. Le habla por el interfono:
--creí que no ibas a venir, espera un par de minutos y sube al cuarto.
--pero...
Javier ha desaparecido. Cruz entra. Todo parece normal.
--¿¿qué es esto, Javi?
Al entrar en la sala ve la sorpresa que le ha preparado su amado.  Toda la escalera está llena de claveles. Uno por escalón y debajo de cada escalón un papel con verso de un poema de Neruda. "Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejan(o) ..."
Cruz estremece de la emoción. No puede creer que esto le esté pasando a él. Agarra el siguiente clavel y con su verso:

"Mi alma derramándose en tu carne extendida
para salir de ti más buena,
el corazón desparramándose
estirándose como una pantera,
y mi vida, hecha astillas, anudándose
a ti como la luz a las estrellas!"

Con los ojos llenos de lágrimas va recogiendo cada clavel. Cada verso.

"¡Cómo sabría amarte, mujer cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más."

Cruz siente morir de feliz. Siempre estuvo seguro que Javier era su príncipe. Ahora tiene claro que Javier siente lo mismo. Llora de alegría, de felicidad.
"Sed de ti me acosa en las noches hambrientas.
Trémula mano roja que hasta su vida se alza.
Ebria de sed, loca sed, sed de selva en sequía.
Sed de metal ardiendo, sed de raíces ávidas......:

Quiere recoger todos los poemas, leerlos con calma pero a la vez tiene ganas de estar con su amado. De decirle que lo ama, de fundirse en un sólo cuerpo con él.

"Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo
y por las calles voy sin nutrirme, callado,
no me sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco el sonido líquido de tus pies en el día."

Cruz está temblando de la emoción. Del amor. Hay claveles con poemas también en el pasillo de la primera planta. Hasta el cuarto del chico.
"Amor mío
nos hemos encontrado
sedientos y nos hemos
bebido toda el agua y la sangre,
nos encontramos
con hambre
y nos mordimos
como el fuego muerde,
dejándonos heridas."

http://amediavoz.com/neruda.htm

Con ganas de llenarlo a besos Cruz abre la puerta del cuarto. Ahí está Javier. Justo detrás de la puerta. Con un clavel que le entrega en mano:
--te quiero y no te puedo perder.
Cruz no puede más. Tira todos los claveles y papeles al piso y lo abraza llorando de felicidad:
--¡¡te amo, te amo¡
Los dos jóvenes se besan entra lágrimas mientras que van hacia la cama arrastrados por su amor y su pasión.


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