miércoles, 16 de septiembre de 2020

Capítulo 6



Cruz está temblando y vibrando en los brazos de Javier. Los dos desnudos en la cama. Javier siente demasiado asustado a Cruz.
--si no estás seguro paro--jadea.
--estoy seguro. --dice Cruz con un beso.
Javier sonríe satisfecho. Cruz no desea otra cosa que fundirse en él. Los dos descubren el uno el cuerpo del otro. Se acarician, se chupan. No dejan ni un milímetro del cuerpo del otro sin recorrer. Se retienen por más rato en los genitales. Los dos lamen el aparato del otro con una apasionante delicadeza. Lo acarician, lo besan, lo chupan, lo tragan. Pellizcan y juegan con las bolas acompañantes. Los dos están muy sedientos el uno del otro. Javier se aparta un poco de Cruz. Éste se sofoca.
--¿¿donde vas? ¡yo quiero hacerlo¡ --jadea Cruz.
Nunca sintió tanto deseo y siente que si no se acopla con Javier se va a volver loco. Javier lo mira con cariño, con deseo:
--lo sé. No me voy a ningún sitio. Sólo voy a agarrar un condón.
--no hace falta--dice con timidez-- Yo soy virgen.
Mientras abre el condón, con una sonrisa, Javier le dice:
--pero yo no.
--si supongo pero es que la goma es muy frio. Yo quiero sentir tu calor.
Javier besa a Cruz:
--y lo sentirás  ya verás como te gusta mucho. No tienes en qué comparar.
Cruz no está muy convencido:
--pero es que dicen que el placer es menos y yo quiero sentirte con todo.
Javier no le hace caso. Mientras se pone el preservativo le dice:
--es por tu seguridad. No te voy a engañar, yo sí estuve con muchos. Aunque de vez en cuando me hago la prueba. No cuesta nada. Yo me quedo más tranquilo. No te quiero poner en riesgo.
--¿así estuviste con muchos? --pregunta Cruz que se pone triste.
--¿te molesta?
--no.
Los dos se miran con mucho cariño. Javier prepara a Cruz. Quiere que se lo pase bien. Cruz se deja dominar. Está a merced de Javier. Cruz goza aunque tiene miedo. Javier lo endulza con su voz.
--allá voy, tal vez duela un poco. Es normal, si quieres paro.
--estoy preparado.
Cruz cierra los ojos. Muerde la almohada mientras que siente que Javier entra dentro de él como un taladro. Lo hace poco a poco. Se preocupa mucho de que lo pase bien. Es delicado pero apasionado.
--¿te duele?
Cruz siente un rico dolor:
--no... --jadea-- me gusta mucho.
Javier se para con profundidad. Cruz siente que se rompe de placer, le sale un grito que trata de ahogar.
--¿quieres que pare? ¿te duele? --pregunta Javier.
--No... no... sigue --jadea Cruz controlando sus gritos.
--la habitación está insonorizada, puedes gritar todo lo que quieras.
Los dos gritan como bestias unidas en un solo cuerpo y dándose un gran placer. Cruz queda como en shock. No es capaz de decir nada. A veces piensa que ha sido un sueño y que despertará. Javier saca de su mesita de noche unos cigarros. Le ofrece uno a Cruz.
--no fumo --dice.
Mientras se enciende el suyo, Javier dice:
--Yo tampoco fumo mucho. Me gusta cuando estoy nervioso y después de una buena cogida nada sienta mejor.
Cruz está demasiado cansado. Admira a Javier como si fuera un Dios. Quisiera hablarle pero no sabe qué decirle. Con el cigarro en la boca aún le parece más irresistible.
--¿qué tal? ¿como te sientes? --murmura Javier.
--Feliz. Aunque la pregunta debería hacerla yo.¿cómo he estado? ¿has disfrutado?
Javier sonríe. Entre calada y calada lo besa y le va hablando:
--sí, ha estado muy bien. Te has acoplado perfectamente a mí.
--tenía miedo a hacer el ridículo... yo... Es el mejor día de mi vida.
Con el cigarro en la boca Javier lo mira seductor. Le guiña el ojo. Entre calada y calada sigue hablando:
--Entonces no tienes amigos y nunca has tenido nada con un chico. Supongo.
--Amigos no. Nunca tuve., aunque el año pasado sí tuve algo con un chico. Aquel chico que me dijo maricón.
Javier le sonríe:
--vaya, no fue muy bien.
--Es que se enfadó conmigo porque no quise hacerlo.
--¿pero hacían cosas?
Cruz se siente incómodo hablando de esas cosas.
--es que yo... --balbucea.
--no, si no quieres no me cuentes. Sólo es curiosidad.
--¿tú me vas a contar de tus chicos?
--si quieres sí pero no hay mucho que contar. Un chavo me gusta y me acuesto con él. Luego busco a otro.
--¿entonces yo no soy especial para ti? --pregunta con celos.
Javier le sonríe:
--no es bueno saber tanto del otro.
--tú preguntaste primero.
--si pero es que yo me puedo topar con ese imbécil. Quiero saber a qué atenerme.
--fue un imbécil. Hicimos todo menos penetración. Y él se enfadó porque no quise hacerlo.
--¿porqué con él no?
--No me nació hacerlo.
--¿y porqué yo?
Los dos están tumbados el uno al lado del otro. Cruz se gira para mirarlo a la cara:
--Porque te me has metido dentro y no quisiera que te fueras nunca.
Javier apaga el cigarro. Los dos girados, frente a frente. Javier lo acaricia con cariño:
--la vida no tiene garantías pero yo quiero intentarlo. ¿y tú? --Javier.
--yo quiero vivirlo, pase lo que pase es el momento más feliz de mi vida... es contigo. Siempre te esperé,sé que tienes que ser tú. Lo siento en mi corazón, contigo nunca te arrepentiré.
Los chicos se vuelven a besar. Luego Javier se levanta totalmente desnudo. Cruz lo mira con deseo.
--venga, que aún nos faltan muchos deberes.
Cruz lo mira con cara de rollo:
--¿ahora vamos a estudiar?
Javier le sonríe:
--vinimos para eso no para lo otro.
Los dos se miran con complicidad. A Cruz le gusta mucho ver a Javier desnudo buscando su ropa.
--venga, vístete --tiene que insistir Javier.
--no quisiera que el día se acabara. Me siento como nunca. Hoy he vuelto a nacer.
--Habrá otras veces.
A Cruz se le ilumina la cara:
--¿en serio?
--siempre que tú quieras --dice Javier con una sonrisa.


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