miércoles, 16 de septiembre de 2020

Capítulo 20




Francisco ha quedado muy sorprendido por lo que ha escuchado:
--tienen que ser ellos.
Igual no le cuesta averiguar que esa joven es la hermana de Javier. Le da rabia pensar en que Cruz se acostó con él.
--la virgencita. ¡me las va a pagar¡
Le da rabia que con él no quisiera.
--siempre me salía que si no me conocía ¡¡y se le regaló a él el mismo día de conocerlo¡¡
Francisco empieza a dar patadas a la pared. No le gusta pensar que Cruz sí le quiso dar a Javier lo que a él se le negó tanto.
--¡¡ese no es mejor que yo¡
Se golpea los puños furioso:
--¡¡me las van a pagar¡
Un amigo se acerca a él. Le pone la mano en los hombros:
--¿que te pasa, Fran?
Francisco está furioso. Le da un empujón:
--¡que te importa. y no me toques¡
El chico se enoja con Francisco:
--¡¡tú lo que necesitas es coge¡ ¡¡¡cuanto tiempo hace que no...¡
Su tono es burlón. No sabe que ha metido el dedo en la llaga. Le da un puñetazo a su amigo:
--¡¡vete a la mierda¡
Y se va como loco. Está furioso. No piensa en nada que no sea hacer pagar a Cruz que haya elegido a Javier para aprender los misterios y los placeres del sexo.




Por su lado, Javier y Cruz van a un cambio de clase juntos. Cruz nota a Javier molesto.
--¿estás enfadado conmigo?
--No claro que no. --dice no muy convencido.
Pero lo nota tenso. En seguida cambia de tema. Habla de los estudios, de los deberes. Cruz está triste. No sabe cómo seguirá su relación con él en el futuro. De pronto ve a Bernie con Candela de lejos. Javier no le presta mucha atención. Cruz señala a Candela:
--es mi vecina.
Javier enseguida ata cabos:
--entonces ella nos vio el otro día ¡¡todo esto es tu culpa¡
A Cruz le duele mucho el tono agresivo de Javier. Su reproche:
--¡¡vete a la mierda¡
Cruz se va corriendo. Javier siente culpa por haberlo lastimado.
--Cruz, no te pongas así ¡¡Cruz¡
Pero Cruz no le hace caso. Javier se enoja consigo mismo por haber molestado a Cruz y con Cruz por no querer escuchado. Frunce el ceño. Lo sigue. Cruz entra en el baño y Javier también. Cruz está haciendo pis. Javier se coloca a su lado haciendo también pis.
--yo no te quería molestar... yo...
--es que me duele sentir que te estoy fregando la vida --le interrumpe Cruz.
--no soporto que te enfades conmigo.
--y yo sentir que te avergüenzas de mí.
A Javier le enternece mucho Cruz. Acerca sus labios para besarlo. Los dos se dejan llevar. Se besan. Se abre la puerta y los sorprende Francisco.
--¡¡así los quería ver yo, par de maricones¡
Javier guarda su rabo, se sube la cremallera y se enfrenta a Francisco:
--¿¿qué te pasa conmigo? --le dice dándole un empujón.
--¡¡no me toques¡
--¡¡olvídame.¡ ¡¡das pena...¡ --Javier.
Los dos se miran con mucho rencor.
--me das asco. --Francisco.
--¡¡no más que tú a mí.¡
los dos se van a pelear, ... Cruz se pone en medio de los dos.
 --¡¡si no nos dejan en paz les gritaré a todo que fuiste mi amante¡
--nadie te va a creer eso. --dice Francisco burlón-- todo el mundo sabe que eres un chupón...
Cruz se calla. No sabe qué decir. Javier sí se enfrenta a Cruz
--¿estás seguro? ¿Estás seguro que nadie va a creer que sabes que a Cruz le encanta comer vergas porque tú se lo enseñaste?
Francisco los mira amenazante:
--algún día... algún día me las cobraré.
Y se va. Los amantes se miran con tensión. Cruz trata de hablar con Javier, quiere saber lo que va a pasar entre ellos. Javier se va. No quiere hablar con cruz. No va a clase.  No tiene ganas de encerrarse en un aula, estar en un pupitre al lado de Cruz. Mira la pulsera que le regaló. Siente una gran emoción. Besa la medallita pero algo le angustia:
--nos van a descubrir. No puedo seguir así.
Piensa en si merece la pena.
--No, pero no lo puedo dejar.
Sabe que si sigue con Cruz es muy posible que sus tendencias sexuales vea la luz y es algo que quiere evitar y es consciente que debería romper con él pero no puede. En medio del pasillo siente que alguien le agarra el trasero. Conoce esa voz:
--¿donde vas?¿te puedo acompañar?
Es Marisa. Javier la mira con fastidio:
--¿¿tú otra vez?
Pasa de ella y se va pero ella lo sigue. Javier se ha ido del lado contrario por el que tiene que pasar Cruz para no encontrárselo. A Cruz le duele que Javier se vaya pero lo que más rabia le da es que se vaya con Marisa.
--¡¡está con ella¡ ¡¡se va con ella¡¡
Le atormenta los celos. Los sigue a distancia para ver lo que hacen. Marisa se le engancha por la cintura pero Javier le da un empujón:
--¿¿¿es que tú no te cansas de joder??
Marisa es muy coqueta:
--¡¡no cuando alguien me gusta mucho¡¡
--¡conmigo pierdes tu tiempo¡¡
--¿¿¡es que eres maricón?¡
Es un desafío. Él lo sabe. También es consciente que debería besarla para dejar claro que no pero está demasiado dolido por todo lo que le está pasando. Le duele demasiado no atreverse a vivir plenamente su amor con Cruz.
--¡¡cree lo que quieras¡
Camina deprisa hacia su moto. Ella lo mira con deseo.
--¿me llevas?
Él la ignora, se va en su moto. Marisa se queda sola y furiosa.
--¡¡maricón¡ ¡¡a mí nadie me rechaza¡
Marisa está molesta y más encaprichada de él aún:
--¡¡será mío aunque sea lo único que haga en mi vida¡
Marisa se da cuenta que Cruz lo ha visto todo y sonríe satisfecho. Se enfrenta a él:
--¿¿y tú de qué te ríes, mariquita?
Él se va burlón y ella está hecha una furia. Se jura así mismo que logrará que Javier sea suyo y borrar esa sonrisa en el rostro de Cruz. Mientras Bernie está sola. Como si fuera accidental se topa con Francisco. Él es muy seductor:
--¿y qué hace una flor fuera de su jardín?
Nunca un chico le había dicho cosas bonitas y la chica queda atrapada en la mirada de él. No sabe ver los planes perversos que se esconde tras esa mirada angelical.


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