miércoles, 16 de septiembre de 2020
Capítulo 13
Comienza un nuevo día. El tercer día. Cruz siempre es bastante puntual. De hecho desde que conoció a Javier llega bastante antes porque se muere por verlo. Ese día le sorprende ver ya la moto de él.
--¿¿¿llegó?¡
Javier lo está esperando en la puerta. No hay nadie más. Se le nota nervioso. Como esperando algo impaciente.
--¿¿me esperaba? --se pregunta Cruz.
Por un momento se ilusiona pensando en que Javier se moría por verlo como le pasa a él. Luego piensa:
--No.
Si los otros días llegó justo de tiempo ahora no cree que haya llegado antes de hora por nada buen
--me va a dejar me va a dejar.
Piensa en huir, en no enfrentarlo.
--No quiero que me deje.
Pero no tiene tiempo, Javier lo llama:
--¡¡Cruz, Venga ya¡ ¿qué hacemos? Vení.
Cruz se acerca a él poco a poco. Tiene miedo de lo que le va a decir, está seguro que ahora sí llegó el final. Javier corre hacia él. Le molesta la lentitud del otro.
--¡¡Crucecito que es para hoy¡
Cruz acelera el paso. Javier es el que corre.
--¡¡llevo un montón de tiempo esperándote¡
Con timidez Cruz le dice:
--pero aún falta 15 minutos, tú siempre llegas más tarde.
Javier se calma un poco:
--bueno perdona, es que he pasado muy mala noche¿¿qué pasó? ¿quien nos vio?
--nadie, tranquilo.
--¿¿nadie? ¡¡encendieron la luz¡
--si pero yo no vi bajar a nadie. Seguro que fue alguien que entró a saludar algún vecino, te preocupaste por nada.
--¿¿seguro?¿no viste bajar a nadie?
--Te lo juro. No se hizo ningún escándalo.
Cruz habla con cierta ironía. A Javier le molesta:
--¡no es para bromas¡ ¿¿o es que a ti te importa que tus padres se enteren que eres maricón?
A Cruz le duele el tono despectivo que usa Javier:
--bueno yo soy como soy y si bien no voy a dar explicaciones tampoco me voy a ocultar toda la vida.
Javier lo mira con más cariño:
--venga que aún es temprano y no he desayuno te invito a tomar algo.
Cruz va con él muy contento. Se quedan en la terraza. Javier se toma un café con un dulce. Cruz un batido de chocolate:
--seguro que no quieres tomar nada te invito ¿eh?
--no, no.
No hay más gente, Javier se siente más seguro. Le pregunta algo que le interesa.
--¿y no te importaría que tus padres supieran lo que eres?
--No me siento diferente a los demás. No me gusta que me lo hagan sentir.
--Pero tú sabes a lo que me refiero.
--Si claro. No sé. Yo creo que en el fondo sí lo saben. Siempre se fijan mucho en lo que hago, en si me gusta alguna chica. En especial mi padre.
--¿y crees que lo aceptarían?
--Mi madre yo diría que sí. Mi padre no, aunque casi ni lo veo porque dejó a mi madre cuando yo era pequeño. Insiste en que tenga novia, quiere un hijo machito.
--porque no le das gusto?
--¡porqué no soy un hipócrit¡ ¡¡jamás viviría en la mentira¡
Javier lo siente como un reproche, como un reclamo. Se levanta:
--bueno, mejor ya nos vamos.
Cruz no le dice nada. Los dos olvidan el tema al menos aparentemente. Los dos chicos pasan la mañana como siempre juntos. En clase, en el pasillo. Se comportan como dos simples amigos. Cruz siente no poder expresar su amor hacia Javier como lo hacen las otras parejas, Javier siente la tristeza de Cruz y eso le da pena. Los muchachos son seguidos muy de cerca por Candela y Bernie.
--¡¡sí, son ellos¡ ¡¡son ellos¡ ¡¡no tengo dudas tu hermano es el chico que se besaba con mi vecino¡¡
--¡¡depravados¡
--¿¿y qué vas a hacer?
--No sé como hacer..Mis padres no me van a creer. Además tengo que saber cuán lejos han llegado.
-¿y si escuchas cuando están en su cuarto?
--No se puede. Está insonorizado.
--sí, cierto por eso siempre podemos escuchar música a todo volumen.
--por ahora mejor que no vayas.
--si nos podrían relacionar.
Bernie está bastante sorprendida.
--aún no me lo puedo creer..Mi hermano el perfecto... gay ¡y es que aunque haya repetido mis padres siempre presumen que es intachable¡
--si pero un gay es otra cosa... Eso no se lo van a bancar.
--No, por eso tengo que descubrirlos.
--¿y harán sus cositas en tu casa?
las dos ponen cara de asco:
--¡¡seguro que aprovecharán este fin de semana¡¡
--¿porqué?
--Mis padres se van a una casita que tenemos en la montaña Javier no quiere ir... Estará todo el fin de semana solo.
A Candela se le ha ocurrido algo:
--¡¡tienes que estar en esa casa¡
--si pero ¿como?
--Yo te llamo a última hora, cuando estéis de camino... dices que estoy mala y que te quedas conmigo.
--¿y vengo con mis padres?¿y si no pasa nada?
--No, llegas sola. No te tienen que descubrir... Esos guarros tienen que creer que están solos en la casa. Tú estás muy atentas a sus movimientos ¡¡incluso les podrías sacar fotos, grabar en video¡¡
Las dos chicas sonríen y aplauden por su plan.
En la tarde, Javier y Cruz están los dos solos en el cuarto.
--te noto tenso --le pregunta Javier.
--Es que siempre pasa algo, cada día tengo miedo que sea el último.
--lo que tienes que hacer es no pensar tanto.
Javier lo va besando mientras lo va llevando a la cama, lo va desnudando. Después de hacer el amor hablan.
--¿tienes planes para este fin de semana? --Javier.
--Nunca tengo planes para este fin de semana.
Los dos hablan el uno frente al otro. Tumbados en la cama pero abrazados:
--mis padres se van el fin de semana¿qué te parece?¿tu madre te dejará?
A Cruz se le ilumina la cara:
--¿¿¡tú y yo solos?¿¿dos días?
--¿te gustaría?
Cruz hace que sí con la cabeza. Javier satisfecho lo besan.
--¡¡serán los mejores días de mi vida¡ --dice Cruz.
--yo haré lo que sea para hacerte contento
--solo con verte ya soy el chico más feliz.
Los dos se besan y se abrazan entusiasmado.
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